Vida estudiantil_05

FEE | Hackathon Explore. Build. Innovate: Unleashing Innovation Through AI

Escrito por: Phillip Falla, Jan Ricica y Fabiola Deras, alumnos de Ingeniería en Computer Sience

Para mí esos fueron los tres días más intensos de mi vida. Desde el inicio, te presentan un reto y no tienes tiempo para descansar. El primer día fue principalmente para sentar las bases y crear la idea; el segundo, para implementarla. El tercer día debíamos ya tener montado un negocio que cumpliera con el reto y ayudara a potenciar la educación económica en el mundo. Me gustó bastante el reto, ya que se pretendía con él crear un impacto a nivel global, y la competencia como tal me ayudó a identificar en qué áreas necesito desarrollar más mis habilidades. El hecho de que haya sido un reto intensivo hizo también que nos uniéramos aún más como equipo y como amigos y, al mismo tiempo, personalmente me permitió avanzar en lo que necesitaba aprender. – Phillip Falla

 

 

Del 9 al 12 de junio tuvimos la oportunidad de participar en el hackathon organizado por FEE (Foundation for Economic Education) en Palm Springs, California, y ha sido esta una de las mejores experiencias que he vivido. Desde el primer día, el ambiente fue una mezcla de innovación, ideas frescas y ganas de aprender. Nos encontramos con personas de todas partes, con visiones únicas, pero compartiendo un mismo objetivo: crear soluciones reales a problemas educativos, usando tecnología y pensamiento emprendedor. 

En nuestro caso, nos centramos en desarrollar una aplicación llamada Agora que, con inteligencia artificial, enseña principios de economía, pero centrada en los soft skills. Fue un reto, pero lo mejor del mismo fue ver cómo la idea iba tomando forma.

Más allá del código y los pitches, lo que más nos marcó fueron las personas y la experiencia. Me llevo grandes amigos —de México, Canadá, Estados Unidos, entre 

otros— y muy buenos momentos: terminar el proyecto a las 6:00 a. m., salir a caminar por la ciudad y presentar el pitch final, entre muchos otros. – Jan Ricica

 

 

El hackathon fue una experiencia verdaderamente enriquecedora, desde el momento en que mi grupo decidió participar hasta el vuelo de regreso. Sin duda, contar con la preparación y el acompañamiento previos que recibimos en la universidad fue clave para llegar con la confianza necesaria y aprovechar cada momento al máximo, representándola con orgullo en una competencia internacional de alto nivel.

Asistir a un evento que integraba temas económicos y de programación resultaba, en un principio, intimidante, especialmente por ser esta nuestra experiencia primera en este tipo de competencias. Sin embargo, en cuanto dieron inicio las actividades y comenzamos a interactuar con los integrantes de otros equipos, aquello que parecía abrumador se transformó en una vivencia dinámica, divertida y profundamente motivadora.

La calidez del lugar y la hospitalidad de todas las personas que nos recibieron me hicieron sentir como en casa, impulsándome a dar lo mejor de mí. Junto a mi equipo, trabajamos intensamente: desvelándonos, compartiendo ideas, replanteándolas y perfeccionándolas una y otra vez. Fue un proceso que no solo nos permitió demostrar nuestras capacidades, sino que también fortaleció nuestro espíritu de colaboración, culminando así en un proyecto que nos llenó de orgullo. 

Me encantó poner a prueba mis conocimientos y habilidades, pero aún más valioso fue sentir el respaldo constante de los mentores y de mis compañeros.

Cada charla, cada conversación y cada encuentro fueron una oportunidad de aprendizaje. El hackathon me enseñó a mirar más allá del problema, e incluso, más allá de la solución, a perseverar, investigar y mantener la curiosidad viva en todo momento. Sin duda, esta experiencia ha dejado una huella significativa en mi formación y siempre tendrá un lugar especial en mi vida. – Fabiola Deras