
Study Tour Panama UFM 2025
Escrito por: Christian Díaz Aceituno, alumno de Ingeniería Empresarial.
Elegí participar en el study tour en Panamá sin mi grupo habitual de la u ni el dominio total de la especialización, así que todo empezó sin saber muy bien a qué iba.
Haber cursado las clases teóricas en línea previas al viaje fue una gran decisión: el itinerario ya era intenso, y sin esa parte habría sido mucho más retador.
Las mañanas arrancaban temprano. Teníamos que estar en el vestíbulo, listos para tomar el bus, hacer el tour y aprender muchísimo. Alrededor de las seis de la tarde terminaban las actividades académicas. Después, uno decidía: caminar por la Cinta Costera, ir en úber al Casco o quedarse en el hotel y dar una vuelta por el centro comercial.
En lo académico, la parada en el centro de Georgia Tech Panama me gustó mucho. Como estoy cursando el minor en Finanzas, fue una gran combinación entre números y logística: índices de desempeño, costos, cómo pagan las mejoras… todo se entendía con claridad. Y sin duda lo mejor fue la visita nocturna a DHL. Soy muy nocturno, y ver esa operación de personas descargando, clasificando y cargando de nuevo me dejó fascinado. Hasta subimos a la cabina del avión. Con mi pierna aún en recuperación, me costó un poco, pero el grupo tuvo paciencia y la visita valió la pena.
El tour del Canal fue doble. El primero era el clásico, pero el segundo me gustó más:
menos gente, vista 10/10 de los buques gigantes y la sensación de estar en un lugar que pocos turistas conocen. Creo que eso define bien el viaje: una mezcla de lugares
famosos y rincones escondidos, que pocos tienen la dicha de descubrir.
Las cenas de bienvenida y despedida siempre se agradecen. La comida estuvo
estupenda y pude conversar con compañeros que no conocía tan bien en el campus, así como con profesores y auxiliares, en un ambiente más relajado, fuera del modo clase. Ese equilibrio entre lo académico y lo social —50 % y 50 %— le quitó la rigidez típica de un viaje universitario y lo convirtió en algo mucho mejor.
En resumen: una semana exacta de contenido fuerte y de alto valor, con un hotel cómodo, tiempo libre bien medido y experiencias únicas. Recuerdos que no habría tenido viajando por mi cuenta. ¡Un viaje que realmente valió toda la pena!